miércoles, 20 de mayo de 2015

Saber mirar

Puedes mirar, o puedes saber mirar. Puedes simplemente ver aquello que te rodea, o puedes observar con intención. Y es como todo en esta vida, o naces con ello o lo entrenas.

No solo se trata de entrecerrar los ojos, o mirar fijamente, sino es percibir, analizar y absorber  que te rodea en cuestión de segundos, o menos.
A menudo no es tan solo absorber información, sino también emitirla, desprender-la. Expresar con un vistazo, hablar con los ojos, sonreír o mentir, todo la manera es instintiva e innata, pero como todo, puede entrenarse.

La cosa se pone emocionante cuando juegas con ella y a lo que te enfrentas no es un paisaje o un vacío, sino un humano o inteligente.
Puedes infundir cariño, respeto, pasión, poder… o incluso odio y temor.
Se dice que los mayores truhanes se han gastado de buen porte, elegancia en las formas o seguridad. Pero lo que  nunca les ha faltado ha sido una mirada expresiva, que sabe conquistar y hacer sentir atracción y confort, con un punto carismático irrefutable.


Pero ahora no vale afinar la mirada o graduar el objetivo, los ojos trabajan conjuntamente con las señales y los movimientos que nuestros cuerpos emiten. Puedes conseguir cosas impensables si con tus gestos miras y con tus ojos te expresas. Aprende a mirar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario