jueves, 4 de junio de 2015

OVERRATED



Primero habría que entender que es el valor para entender que está por encima y que está por debajo. Un ejemplo: el contrato de Fernando Torres o de Bale vale una pasta y él no lo vale: está sobrevalorado.

El sexo también lo está. 
Aunque no todo él está sobrevalorado: en especial el malo, el bueno es cojonudamente bueno.


Como muchas cosas rutinarias y tabús, es una necesidad antropológica regulada por la sociedad, el sexo se ha entendido diferente en la historia. Desde la gratuidad y experimentación griega, al desenfreno de la edad media, a la contención de nuestros padres o a nuestra moderación.

¿Cómo se entiende que el ser humano gaste un % elevado de energía pensando en sexo día a día? Debe ser porque quizás es lo que nos define como humanos. Nuestro único y primitivo objetivo en esta vida es bien sencillo: vivir, reproducirse y mejorar la especie a lo largo de los siglos. Como se entiende sino que somos unos de los pocos animales que no solo actúa por instinto, sino con premeditación y buscando el placer.

Quizás la pregunta sea preguntarse que entendemos como sexo. Existe solo el acto sexual o hay algo, ¿qué es lo que nos activa el deseo? La castidad se puede llevar perfectamente, pero cuanto más lo practicas, más lo necesitas (o mejor dicho, tu cuerpo más te lo pide), dudo mucho que sea necesario.
Para procrear solo se practica entre 1-3 veces en la vida mientras que las otras veces se practica por diversión o para conocer los límites de uno mismo, entre varios motivos poco oscuros.

¿El tanteo inicial de una pareja o las post-caricias se entienden como sexo?. De ser así el sexo no está para nada sobrevalorado, sino que se convierte en algo imprescindible. Va más allá del deseo. ¿Dónde termina el sexo y porque el after-sex es a menudo mejor que el sexo en sí?
Pienso también que hay un after-after-sex. Tenemos memoria e imaginación y como tal las utilizamos para rememorar, recrear y adornar el recuerdo.


Esas ganas, ese instinto desenfrenado, y esa obsesión por la carne a veces decae cuando aquello tan espectacular que imaginabas se convierte en banal y no cumple las expectativas. Entonces uno se da cuenta que es un acto tan rutinario como ir al baño o salir a correr.
Es entonces cuando uno piensa, ¿tan solo es esto? ¿No hay nada más? Por supuesto que hay más, hay más de únicamente dos cuerpos, pero la esencia del sexo, el sexo en sí, está sobrevalorado. No, sobrevaloradísimo.



En fin, es un tema quizás banal y muy subjetivo, pero una opinión mucho más común de lo que creemos.

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