jueves, 12 de noviembre de 2015

AUTONOMÍA CAUDAL

Se conoce como autonomía caudal la capacidad de regenerarse después de daños sufridos.

Para las personas, la experiencia es magnífica; puro material en bruto para explicar. Las palabras son gratuitas. Todos llevamos dentro un universo digno de ser explicado, no somos dos iguales.

La vida pasa deprisa; la escritura pausa, condensa. Te obliga a sentarte y ordenar, a pensar el adjetivo. Es Fundamental.

Lo que realmente importa es el proceso, como llego a alcanzar la meta. Alcanzarla deja de ser importante si es proceso es rico.
La escritura es como es sexo: no importa el orgasmo (siempre es el mismo) sino como llegas a él.

No hay nada más bonito que la intimidad entre dos personas, dos amigos o dos amantes; con quién uno quiere y nadie más lo sabe ni lo vive. Instantes únicos, instantes sagrados, instantes irrepetibles.
Y muchas veces somos cobardes. Porque siempre hay riesgo, riesgo de equivocarse, riesgo de comprometerse y riesgo de sufrir. Para luego, sin ser atrevido, sufrir, y fracasar igual.
La prudencia no te lleva a ninguna parte, no te vacuna contra nada.


Hacerlo y equivocarse. Pero nunca arrepentirse de que podía haber pasado. Y cargar con ello durante una corta eternidad. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario