Con
una sonrisa intermitente me despido de ti sabiendo que pronto te echaré de
menos. No quiero ni puedo evitar recordar las pocas veces que he recorrido lo
poco silvestre que queda en ti y las muchas oportunidades que me has ofrecido.
Tu fresca
y áspera brisa acaricia mi desnuda cara y me hacen sentir abrigado, disfruto tu
cálido run-run continuo. Aunque no lo sepas, me has consolado con tu forma de
ser, te has comportado como la esperada lluvia en los sofocantes meses de
verano.
En cierta
manera has sido mi consuelo todas las veces que sin apreciarte te he recorrido
de arriba abajo, pero hoy es cuando más me encoje tu sufrimiento. Sé que tú
siempre me ofrecerás, a tu manera, pisarte y alterar tu naturaleza. Muchos otros
te valorarán porqué nunca quisiste casarte con nadie. Por mucho que te
transformes yo no estaré para conocer a tu amante definitivo.
Me despido
de ti despreocupado, aunque consciente. Volveré. Te regalo mi sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario